Una respuesta ecosocialista para el futuro de Canarias. Domingo Garí*

La globalización capitalista, que hace unas décadas la tercera vía de Tony Blair, aventuraba como un paso adelante de la humanidad, se ha tornado en una amenaza para la vida en el planeta. Las transnacionales de la energía, de las finanzas, y las estructuras de poder económico y político supraestatales tienen el mundo en sus manos. Un puñado de personas a nivel planetario tiene el poder de decidir la suerte de miles de millones de personas en todo el globo. Hemos asistido en los países del mundo desarrollado a un golpe de estado de los metapoderes, reduciendo la democracia a una mera representación teatral. Hoy es mas evidente que nunca la frase del joven filósofo de Tréveris cuando dijo que el poder estatal es solamente una comisión administradora de los negocios comunes de toda la clase burguesa. Hemos visto como las empresas del IBEX 35 se sentaban con el presidente del gobierno y le dictaban las líneas maestra de la contrarreforma social y laboral que se está llevando a cabo. Estamos viendo cada día como el Banco Central Europeo, el FMI y otras instancias no democráticas imponen las políticas a los gobiernos elegidos por votación popular, y cómo estos aceptan sin rechistar tal cúmulo de injusticias. Solamente en Islandia se han puesto las cosas en su sitio, y el poder del pueblo, que eso es lo que en teoría es la democracia, ha sido efectivo, de tal forma que algunos banqueros están en la cárcel y los políticos profesionales fueron revocados de sus cargos, abriendo un proceso constituyente del que en muchas partes deberíamos de tomar nota. La crisis de la economía y de la ecología pasa en primer lugar por revocar las políticas y a los políticos que se pliegan a los intereses del capitalismo nacional e internacional. Mientras no los quitemos a ellos mal nos van a ir las cosas a todos los demás.

Como planteamos en nuestro programa, las actividades económicas deben ser relocalizadas en los lugares de consumo para evitar en la medida de lo posible los gastos de intermediación de transporte, de energía y de publicidad, todas ellas actividades altamente especulativas y antiecológicas. Las ganancias de la productividad que el desarrollo tecnológico hace posible no deben ser empleadas para acumular mayores ganancias per se, si no para reducir el tiempo de trabajo y compartirlo, y aumentar los placeres, que dice Serge Latouche. Mientras la productividad del trabajo se ha multiplicado por treinta en la era industrial, la duración individual del trabajo sólo se ha dividido por dos. El capitalismo feroz es insaciable. Es preciso que cambiemos esta lógica que lleva al agotamiento de los recursos y de los trabajadores.

Ese panorama debe empezar a ser cambiado con urgencia. Por eso nace Alternativa Sí se puede. Las luchas ecologistas de la década pasada fueron la expresión concreta de la lucha contra el neoliberalismo en la isla. Resultado de ellas nacimos nosotros e incorporando a gente de variada procedencia estamos armando una herramienta política para la transformación social, política, económica y ecológica en las islas y más allá de ellas. Nuestra forma transparente, asamblearia, de compromiso militante, es la mejor garantía de que el proceso tiene mucho futuro. Todos los que formamos este sujeto colectivo estamos decididos a parar y a revocar el poder de los depredadores, nuestra conciencia ecológica y social es nuestra línea de actuación y el discurso que fustigará a los insaciables consumidores de recursos naturales y humanos. La explotación sin control de la naturaleza y la de los humanos van de la mano y los responsables son los mismos, por eso la lucha es ecológica y social al mismo tiempo.

Los ecosocialistas, somos feministas. Sin que las mujeres se incorporen a las luchas y las dirijan estamos perdidos. Los movimientos más valiosos y de mayor alcance del pos-sesentayochismo son el ecologismo, el feminismo y el antimilitarismo, y estas tres líneas de pensamiento están en nosotros. Para la transformación social y política el feminismo es hoy la vanguardia de todas las luchas. Las mujeres están llevando adelante los combates más transformadores en todo el mundo. En la India, en América Latina, en Africa, en el Estado español, en Canarias, en todas partes las luchas por la igualdad, contra la violencia de género, en defensa de la vida, de los ecosistemas, contra la explotación, son dirigidas e impulsadas por mujeres. En las grandes luchas emancipadoras a lo largo de la historia las mujeres siempre fueron las primeras. Aquí y ahora también deben serlo.

Los ecosocialistas somos antimilitaristas y en Canarias abogamos por un estatuto de neutralidad de las Islas, como legítimos herederos del movimiento antiotan que somos, y porque aquí, no lo olvidemos nunca, el pueblo votó contra la permanencia en esa alianza militar, que hoy, tras el fin de la Guerra Fría se ha vuelto más agresiva que nunca. Bien lo saben los yugoslavos, los afganos, los libios, los iraquis, los paquistaníes, y allí en donde se cree oportuno que hay que bombardear por las razones que sean. Canarias no puede ser una base logística de la OTAN para agredir a los pueblos noroesteafricanos, como así quieren que sea los estrategas de la alianza, pero lo que aún es peor, los responsables políticos insulares y canarios. Los acuerdos a los que está llegando el Cabildo de Tenerife y el gobierno autónomo con las empresas norteamericanas para, recolonizar esta parte del continente debemos denunciarlos. Tenemos que entrar a esas instituciones para encender la luz y desvelar esos planes secretos que la oligarquía canaria está tejiendo con el imperialismo norteamericano. Nosotros exigimos el reconocimiento de las aguas territoriales y del espacio aéreo de estas islas y le exigimos al gobierno central un estatuto de neutralidad permanente para el archipiélago. Somos un pueblo que quiere insertarse en su entorno en base a la cooperación y al entendimiento fraterno con los pueblos de África Occidental, y no como correa de transmisión de las apetencias coloniales de las grandes potencias. Las guerras por los recursos fósiles se seguirán expandiendo por el mundo y por esta área en la que nosotros vivimos, no podemos dejarnos convertir en un odioso archipiélago logístico para explotar los recursos de los pueblos vecinos.

En las elecciones que ahora afrontamos, necesitamos a toda la gente disponible para hacer que nuestras listas entren en todos lados. Tenemos que estar en cada institución. Encender la luz allí en cada una de ellas y trasparentar lo que sucede en el interior de esos búnkeres, en los que se atrincheran los intereses de las oligarquías insulares. Nosotros somos la única herramienta política con la que cuenta el pueblo trabajador de estas islas. Debemos dar cobertura y empuje a la rebelión de los asalariados. Los compañeros de las otras islas con los que seguimos construyendo esta alternativa nos refuerzan y nos dan ánimos con su presencia, esperamos devolvérsela de la misma forma. Ya veníamos estando juntos con la gente de Alternativa Ciudadana 25 de Mayo de Lanzarote. De hecho son ellos anteriores a nosotros. Hoy sumamos a la Gomera y a Gran Canaria. En Gran Canaria, y en particular en Las Palmas, existe la mayor masa crítica de ciudadanía en las islas. Allí se fabricaron los experimentos políticos más apasionantes durante la transición. Debemos alegrarnos de seguir sumando voluntades. Es la señal de partida de una intensa batalla por el futuro en el que lograremos que primen la igualdad, la fraternidad y la libertad.

Compas: SÍ SE PUEDE

* Profesor de Historia de la ULL y candidato al Parlamento por Alternativa Ciudadana Sí se puede.

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