En la comarca de Chasna la formación ecosocialista actualmente participa en el gobierno granadillero, gestionando las áreas de cultura, medioambiente, agricultura, pesca y consumo.
La crisis económica y ecológica del capitalismo está llevando a la humanidad a un callejón sin salida. Hoy estamos respirando aquí las partículas radiactivas emitidas desde Fukushima, en Japón. Es una verdadera metáfora del mundo en el que vivimos.
El candidato de Sí se puede a la Alcaldía de Santa Cruz contribuyó a elaborar las alegaciones de los vecinos al Plan General, con las que se ha logrado frenar la expansión urbanística en el pueblo.
El candidato a la Alcaldía de Sí se puede insiste en que se presentan de forma "hipócrita" como algo nuevo cuando llevan gobernando 30 años.
La organización sociopolítica establece como uno de sus objetivos “hacer escuchar nuestra voz y demostrar que sí se puede hacer política con honradez, desde y con nuestra gente y para nuestra gente”.
Este viernes se presenta la candidatura de Vecinos por el Puerto (VXP), una organización vecinal encabezada por el concejal Jaime Coello que está dispuesta a plantar cara al bipartidismo que ha vivido la política portuense en los últimos años, generando una complicada situación política, social y económica en el municipio.
Coincidiendo con el 80 aniversario de la proclamación de la II República la organización ecosocialista celebrará un homenaje a un veterano militante de la izquierda en el municipio.
En el encuentro, que comenzará mañana en Corralejo, el candidato a la Alcaldía de Santa Cruz explicará su propuesta para el fuera de ordenación de algunas zonas de la capital.
En el contencioso contra los guachinches, algunos empresarios de bares y restaurantes cuentan con el apoyo de Coalición Canaria y de la Cámara de Comercio de Santa Cruz, no así con los ciudadanos del chicharro que peregrinan por esos andurriales en busca de la cuartita de vino todos los fines de semana.
En una de nuestras interminables charlas políticas en la mesa de la cafetería del centro, hubo un momento en que pensé: “esto de hablar y hablar está bien pero ¿y qué?”, “¿he conseguido algo más que un momentáneo desahogo?”, “¿vale la pena dedicar tantas energías a análisis de salón?”, “¿se consigue algo a base solo de arrebatos de indignación?”.