Sí se puede reprocha a la alcaldesa de Candelaria su negativa reacción ante el caso del libro de Hitler

Sí se puede reprocha a la alcaldesa de Candelaria, Mari Brito, su negativa reacción ante el caso de la promoción de un libro de Hitler incluida en los actos por el Día del Libro este fin de semana. Los hechos fueron denunciados en las redes sociales por miembros de esta organización hace unos días, cuando no salían de su estupor al ver el cartel con la cara del genocida alemán entre las obras de literatura que se promocionaban bajo el concepto de “imprescindibles de la literatura” para conocimiento de la ciudadanía junto a las obras literarias incluidas en el programa de promoción de la lectura y de celebración del hecho literario.

La concejala Lourdes Mondéjar califica de “soberbia” la incapacidad de la alcaldesa para reconocer la gravedad del error, su intento de desviar la responsabilidad al personal municipal y las contradicciones en las que incurrió la máxima autoridad del Ayuntamiento de Candelaria en sus declaraciones en Onda Tenerife tras el escándalo que sacudió la sensibilidad democrática y literaria de la ciudadanía del municipio.

A juicio de Sí se puede, la alcaldesa trató de restar importancia al asunto en un acto de soberbia propio de algunos políticos que no asumen su responsabilidad ante los errores que se comenten bajo su mandato. “Lo que tenía que haber hecho Mari Brito era haber pedido perdón y reconocer que fue un error garrafal la decisión de incluir una obra de un criminal contra la humanidad en la que se defienden unos postulados que causaron millones de muertos en la peor crisis del siglo XX”, apunta Mondéjar.

Sin embargo, la alcaldesa de Candelaria, “no solo no hizo esto ante los micrófonos de esta emisora, sino que cometió la contradicción de pedir perdón a los vecinos y tachar de sectarios a quienes criticamos los hechos en las redes sociales por ser integrantes de organizaciones políticas, como si el hecho de tomar la difícil decisión de formar parte de la vida política municipal de manera activa nos restara la condición básica de vecinos. Así, mientras unos son los receptores de las disculpas, a los demás se nos afea la conducta de haber dado a conocer los hechos y cuestionarlos. Esto no es de recibo. Es un comportamiento que no tiene ninguna justificación democrática y que acumula error tras error”, subraya la concejala de Sí se puede.

Por otra parte, Sí se puede afea a la alcaldesa que pretenda erigirse en supuesta defensora de los trabajadores municipales, una afirmación que, al contrario de lo que aparentemente busca, lo que hace es derivar hacia el personal municipal la responsabilidad última, que siempre está en el ámbito político. “Esto, en realidad no nos extraña, porque, para el gobierno del PSOE en Candelaria, las faltas de respeto a la plantilla municipal son una constante”, señala Mondéjar.

En esa deriva de incapacidad intelectual, ética e ideológica de justificar lo injustificable, la alcaldesa se apoyó en el hecho de que, en la propuesta del área de Cultura para el Día del Libro, el panfleto nazi de Hitler iba seguido del Diario de Ana Frank como una invitación para generar «un debate sano» –en palabras de la alcaldesa–, como si fuera posible equiparar el discurso de los genocidas con el testimonio de las víctimas del mismo genocidio, a ver qué escoge el público. “Las políticas de exterminio no se discuten; se condenan y se combaten, como tanto costó en nuestro país primero y durante más tiempo y en el resto del mundo en la lucha contra el fascismo en el siglo pasado”; sentencia la concejala de Sí se puede, quien destaca que la gravedad de estas afirmaciones es aún mayor al proceder de la presidenta de la Federación Canaria de Municipios (FECAM).