La Laguna presenta el programa Contamos Contigo, una ‘vacuna’ frente a la soledad no deseada de las personas mayores
La iniciativa ofrece un servicio de acompañamiento individualizado “a domicilio” con actividades socioculturales, de estimulación cognitiva y ejercicio físico adaptado
El Área de Bienestar Social del Ayuntamiento de La Laguna y la Asociación Canaria de Cooperación Solidaridad Internacional han puesto en marcha el proyecto Contamos Contigo, una iniciativa que ofrecerá actividades socioculturales, de estimulación cognitiva, acompañamiento y ejercicio físico adaptado, individualizadas y a domicilio, para las personas mayores más vulnerables, aquellas en situación de soledad no deseada, exclusión social y dependencia.
Además de la atención directa en el hogar, una de las novedades de esta iniciativa es que preparará e incentivará a estas personas para que salgan de su situación de aislamiento social y, una vez que la situación sanitaria mejore, se acerquen a participar en todas las actividades y programas existentes en el municipio para este colectivo, funcionando como “una vacuna frente a la soledad, una soledad que empeora su estado de salud, calidad de vida y las hace más vulnerables a la situación socioeconómica que vivimos, y volver así a conectar a estas personas con la comunidad”, destaca el concejal de Bienestar Social, Rubens Ascanio.
Este servicio complementario a la prestación asistencial del Área, que tendrá una duración inicial de 6 meses, atenderá a 40 vecinos y vecinas de La Laguna a partir de 65 años de edad, una iniciativa que pone el foco en su condición física, cognitiva y anímica, así como en promover el envejecimiento activo y mejorar la calidad de vida de las personas mayores del municipio. Contamos Contigo está financiado por Bienestar Social y es totalmente gratuito para las personas usuarias. Asimismo, forma parte de la nueva estrategia de atención integral para contribuir a mejorar la autonomía y la calidad de vida de este grupo especialmente vulnerable.
El concejal de Bienestar Social, Rubens Ascanio, y el presidente de la Asociación Canaria de Cooperación Solidaridad Internacional, José Luis Ruiz, junto con la coordinadora de la Unidad de Mayores del Área municipal, Raquel Montesdeoca, han presentado hoy los detalles de este nuevo servicio de atención comunitaria y social, con el que se quiere contribuir a paliar la soledad no deseada, el aislamiento y el sedentarismo, realidades que derivan en la aparición o el empeoramiento de enfermedades físicas y cognitivas y en la exclusión social de estas personas.
Estos problemas, además, se han agravado por la situación pandémica del último año, donde los lugares de recreo, ocio e interacción social para las personas mayores se han visto limitados e, incluso, cerrados, de forma que muchas se han ido aislando socialmente. Ascanio recuerda que “este último año ha sido muy duro para nuestras personas mayores. Además de las terribles pérdidas de vidas humanas, las medidas necesarias para contener los contagios han afectado de forma muy significativa al bienestar de estos vecinos y vecinas, con un incremento de la soledad no deseada y el riesgo sociosanitario que esto supone”. En este sentido, el concejal destaca que “este proyecto quiere ser el puente para que conecten con las actividades colectivas y mejoren sus condiciones de vida”.
Por su parte, José Luis Ruiz señala que, en apenas unas semanas de funcionamiento, el servicio cuenta ya con 30 personas usuarias, “una atención fundamental para muchas personas con problemas de aislamiento o de movilidad, para el que contamos con un equipo de 7 profesionales del trabajo social y la animación sociocultural con experiencia en la atención a estos perfiles”.
Ruiz explica que este servicio ofrece diversas actividades a domicilio y adaptadas a las necesidades y demandas de cada persona beneficiaria, con una metodología abierta, flexible y participativa. Así, incluye ejercicio físico adaptado, con sesiones de flexibilidad y movilidad, y acompañamiento para salir a pasear o hacer gestiones con seguridad, además de musicoterapia o juegos de mesa y tradicionales, centrados en el disfrute lúdico buscando una mejora en las capacidades cognitivas y físicas. También, cuenta con talleres de memoria, para la estimulación cognitiva, y de historias, donde la persona usuaria podrá sentirse escuchada y contar sus vivencias y experiencias.
Asimismo, Raquel Montesdeoca, desde la experiencia de la gestión social directa con las personas mayores del municipio, destaca que este proyecto “viene a extender y proyectar nuestro campo de acción con los vecinos y vecinas, permitiéndonos cubrir las necesidades de aquellas personas que no consiguen acceder por sí mismas al amplio programa de dinamización sociocultural, lúdico y de bienestar personal que hemos puesto en marcha en el municipio para el colectivo de mayores, ya sea por su movilidad, situación psicológica o circunstancias familiares”.
Con este proyecto, Bienestar Social continúa ofreciendo servicios a domicilio para las personas mayores, duplicando el número de usuarios y usuarias con respecto a la iniciativa de ámbito insular que se desarrolló en el municipio hasta el mes de febrero. El fin, acompañar y hacer ver a las personas mayores que existen formas y métodos a su alcance para mejorar su estilo y calidad de vida, donde también son importantes las prácticas sociales y lúdicas mediante la realización de actividades y talleres de animación social.
Ayudas económicas
Entre las medidas, se incluyen dos líneas de ayudas económicas específicas para personas mayores, que se dividen en complementarias, es decir, destinadas a paliar gastos de alimentación y salud de los mayores; e individuales, que están destinadas a la mejora de la vivienda, la eliminación de barreras arquitectónicas; la adquisición y renovación de útiles, y la reposición o adquisición de mobiliario básico.
Además, este año se están poniendo en marcha diversas iniciativas muy demandadas por los vecinos y vecinas y mediante la colaboración transversal de varias áreas municipales, como talleres online de formación, salud y ocio saludable; una línea telefónica de atención a personas mayores, un proyecto de prevención de conductas de riesgo para la salud, la puesta en marcha de un huerto comunitario para estos grupos de edad o varias iniciativas para la recuperación y puesta en valor de la memoria oral, como el proyecto El Legado.
La soledad, en datos
La soledad no deseada se está convirtiendo en una nueva pandemia en el siglo XXI, una realidad que afecta especialmente a las personas mayores, con discapacidad, migrantes o familias monoparentales, y que tiene un impacto significativo en la salud. Se estima que unas 190.000 personas están en esta situación en Canarias, de las que 70.000 son mayores de 65 años y un 67%, mujeres.
En La Laguna, los últimos estudios apuntan a que aproximadamente 4.000 personas sufren esta soledad no deseada, por ello “es muy importante aplicar políticas preventivas y de respuesta a esta situación, especialmente en el momento actual en el que muchas personas requieren el máximo apoyo y encuentro con la administración más cercana, que es el Ayuntamiento”, destaca Rubens Ascanio.
Para responder a esta situación, hace escasos meses se presentó el diagnóstico sobre la situación de las personas mayores en La Laguna, una investigación participativa de 14 meses de duración y que ha sido el primer paso para avanzar hacia un plan integral que permita al municipio no solo responder a las necesidades actuales de su ciudadanía, sino también prepararse y afrontar los retos de un futuro en el que la población tiende claramente hacia el envejecimiento.
Además, La Laguna trabaja para su inclusión en la Red de Ciudades Amigables con las Personas Mayores, una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud que ya cuenta con 191 localidades adscritas en el país. Entre los valores que promueve esta Red, se incluyen el reconocimiento a la diversidad de las personas mayores, el respeto a sus decisiones y opciones de forma de vida, la promoción de una cultura de inclusión compartida por personas de todas las edades, así como la anticipación y respuesta, de manera flexible, a sus necesidades y preferencias relacionadas con el envejecimiento activo.