Sí se puede califica de “cinismo” el comportamiento de la alcaldesa de Vilaflor con la plantilla de trabajadores municipales
La organización ecosocialista revela que tres empleados públicos están de baja por ansiedad y una de ellas tramita denuncias por presunto acoso laboral
Sí se puede califica de “cinismo” el comportamiento de la alcaldesa de Vilaflor, Agustina Beltrán, con la plantilla de trabajadores municipales. La organización ecosocialista revela que tres empleados públicos se encuentran de baja por la ansiedad causada por el trato que reciben del grupo de gobierno y una de ellas, además, tramita denuncias por presunto acoso laboral.
El portavoz del grupo municipal de Sí se puede, José Luis Fumero, asegura que “personal del Ayuntamiento de Vilaflor se ha visto sometido de forma sistemática a conductas reprobables, degradación de funciones, reasignación de funciones que corresponden a funcionarios a personal que no tiene esa categoría y medidas de presión y maltrato psicológico, incluso, desconectarles el ordenador con el que trabajan; esta situación ha sido la causa de ataques de ansiedad y depresión, diagnosticados y atendidos en la propia sede municipal por personal médico”.
Así, Fumero considera que “solo se puede llamar cinismo a mantener este tipo de comportamientos desagradables, de falta de respeto y que atentan contra los derechos laborales y la dignidad de las personas, mientras que, por otro lado, la alcaldesa se erige en defensora de una trabajadora que, lamentablemente, sufrió agresiones verbales y amenazas por parte de un ciudadano”.
El concejal se refiere al caso de la funcionaria que recibió de un ciudadano graves insultos y amenazas, incluso de muerte, al tiempo que informa que la afectada interpuso una denuncia y recientemente el caso fue fallado a su favor. Fumero detalla que el grupo ecosocialista ve correcta la iniciativa de declaración institucional del pleno sobre el deber de respeto a los derechos de los empleados públicos en el ejercicio de sus funciones, pero “lo que exigimos especialmente es que el gobierno municipal respete los derechos laborales y trate con dignidad a la plantilla que presta servicios en la corporación”.
“Está bien pedir a la ciudadanía que se respete al personal que trbaja en la institución, pero ese llamamiento debe aplicárselo en primer lugar la propia alcaldesa, que debe estar al tanto de los derechos consagrados en el Estatuto de los Trabajadores”, concluye el portavoz, al tiempo que invita a Beltrán a un debate público sobre este asunto.