Sí se puede lamenta que el sectarismo del gobierno de Güímar frene el logro de beneficios para la ciudadanía
La organización asegura que Carmen Luisa Castro tiene como guía rechazar toda propuesta ecosocialista.
Sí se puede lamenta que el sectarismo del gobierno de Güímar frene adoptar resoluciones en el pleno que suponen beneficios para la ciudadanía. La organización asegura que la alcaldesa Carmen Luisa Castro (PP), en su falta de criterio más allá de apostar por el derroche de los fondos públicos y el exceso de atención a fiestas y la farándula, guía la acción de su gobierno a partir del rechazo a toda propuesta procedente del grupo municipal ecosocialista.
“El grupo de gobierno de Güímar se ha convertido en el ‘No a Sí se puede’, lo que en el pleno más reciente los ha llevado a rechazar mociones tan necesarias para la ciudadanía como la adopción de medidas que mejoren la seguridad en el municipio”, asegura el portavoz del grupo, Ruyman Expósito.
Este rechazo se extiende también a la “manifiesta insensibilidad evidente en la forma en que aborda iniciativas de los movimientos vecinales que quieren hacer llegar mociones al pleno”, como ocurrió también en la sesión celebrada en la última semana de septiembre con una iniciativa vecinal que planteaba esclarecer las causas y resolver la situación intermitente de prohibición del baño durante este verano en el Puertito de Güímar.
Cuando las mociones defendidas por Sí se puede no son rechazadas por el grupo de gobierno “porque sería muy bochornoso y poco rentable en términos políticos ponerse en contra de la propuesta”, lo que hace el gobierno del PP en Güímar es “aprobar la iniciativa y no ejecutarla; llevamos más de dos años de mandato y no se han puesto en marcha ninguna de las acciones de la oposición aprobadas por el pleno”, que es el principal órgano decisorio de la corporación.
“Estas formas de gobernar no solo son negativas por cuanto no se ponen en marcha acciones concebidas para la mejora de las condiciones de vida de la mayoría de las personas residentes en el municipio y muchas de ellas estudiadas colectivamente con las comunidades potencialmente más beneficiadas; el problema de fondo es que esta forma de proceder vacía de sentido democrático al funcionamiento de la corporación y los plenos se convierten en un teatro en el que el grupo de gobierno se ríe de la corporación mediante el abuso de su mayoría”, concluye el portavoz.