Keybis Keba: “El mundo es un pueblo”
El cineasta y gestor cultural senegalés, miembro del colectivo palmero Karmala Cultura, asegura en Buenavista Diversa que hay que “aceptar” que vivimos un mundo global y multicultural
Keybis Keba Danso hace un paréntesis en su actividad en Buenavista Diversa para grabar un video en el que explica su participación como miembro del colectivo palmero Karmala Cultura en la sexta edición del festival sobre inclusión y diversidad que se celebra en Buenavista del Norte (Tenerife). El aire en la plaza junto a la ermita y el Centro Cultural de El Palmar se siente húmedo y denso y se respira un intenso olor a gofio, que baja del molino situado un poco más arriba. Dentro, en la planta baja del centro cultural, se reflexiona sobre los retos de la construcción de una sociedad plural, el desafío, la invitación y la propuesta que significa incorporar la diversidad a la forma de funcionar de una sociedad contemporánea y democrática.
El dinamizador cultural y artista audiovisual senegalés hace un paréntesis para atender a los periodistas, porque sabe que es fundamental “visibilizar” la sociedad diversa que ya somos y el trabajo que se hace para aceptar que así es. “Hay que visibilizar lo que tenemos en común, ponerlo en valor”, dice en referencia a lo que une a los pueblos del continente africano con el canario, “poner en valor lo común, lo social, las emociones, para que podamos sentir”.
Considera “muy importante crear los espacios, diversificarlos”, dice en referencia a las oportunidades que abre Buenavista Diversa para pensar colectivamente en la creación de una sociedad donde quepan todas las personas. “Lo único que necesita este tipo de espacios es visibilizarlos. Algo que no es visible no existe, hay que dar visibilidad y crear más espacios”, enfatiza.
“Intentamos siempre trabajar en este mundo que nos toca vivir, en este mundo diverso, en el que la multiculturalidad es una realidad, este tiempo en el que estamos viviendo, este mundo donde la comunicación y las redes sociales nos hacen dar cuenta de que realmente vivimos en un mundo global y diverso y hay que verlo y, sobre todo, aceptarlo”, subraya.
Califica de “muy interesante la experiencia de Buenavista Diversa: me gusta crear espacios, por eso existimos como colectivo, para diversificar los espacios públicos, crear donde la gente pueda colaborar, donde la gente se pueda comunicar de una forma natural y respetuosa y dar oportunidad a proyectos sociales que trabajan realmente en lo común, lo social y, sobre todo, en la emoción, algo esencial”, dice y explica cómo coinciden el festival que se celebra en Buenavista del Norte y el trabajo de Karmala Cultura. “Cuando voy a un sitio no voy a llevar, sino siempre a aprender, porque creo mucho en compartir, estar en un sitio donde todo el mundo comparte, donde todo el mundo aporta algo y que todo el mundo se enriquezca y ya. Yo también aprendí muchísimo”, profundiza.
Dedica menos de siete minutos a la entrevista, en los que habla de sus inquietudes y su vida, su trabajo, su residencia desde hace diez años en La Palma, donde se quedó tras enamorarse de la Isla Bonita. Justo cuando está a punto de levantarse y devolver el micrófono expresa en una síntesis redonda lo que vino a contar a Buenavista Diversa: “El mundo es un pueblo”.
El mundo es un pueblo y por eso, procedente de Senegal y a pesar de tener la oportunidad de trabajar y vivir entre Sevilla, Madrid, Berlín y su país –lo que hacía hasta que conoció La Palma–, el integrante del colectivo Karmala Cultura decidió hacer de esta isla canaria su hogar. “Yo decidí quedarme en Canarias porque me sentía más cómodo aquí, sentía que había algo parecido en mi cultura, me sentía como en casa”. Allí se dedica a lo mismo que hacía en Senegal y en Europa: trabaja en la cultura. Aunque comenzó como artista, cineasta y fotógrafo, algo que no ha abandonado, se enfoca más ahora a la gestión cultural, la programación de actividades culturales y la participación en festivales.
“Dakar está a dos horas de Las Palmas, he sentido esta sensación: estamos cerca, pero a la vez estamos lejos. Cuanto más nos acercamos, más sentimos que tenemos realmente cosas en común y cosas que podemos compartir. Ahora hay vuelos desde Tenerife y Las Palmas a Dakar y hay muchísima gente que está conectando con África y ahora lo entienden, que tenemos cosas en común, que hay mucha posibilidad de que un senegalés y alguien de Tenerife o de Las Palmas, puedan tener cosas en común frente a alguien que está mucho más lejos de aquí”, dice cuando se le pregunta por la africanidad de Canarias.
Keibys Keba Danso dedica menos de siete minutos a la entrevista, los suficientes, pero el retorno a la mesa de trabajo se retrasa porque el recorrido de pocos metros desde el set instalado en la plaza hasta el centro cultural se llena de anécdotas de migrantes…, pero no de las historias que cabría esperar, por la costumbre más reciente, sino sobre las vidas de personas nacidas en Canarias que vivieron en Senegal durante años, de barcos que después de las guerras española y mundial llevaron clandestinamente a gente que salía del Archipiélago y dejaban en Senegal a las personas que viajaban, engañadas, diciéndoles que habían llegado a Venezuela… Él escucha esas vivencias con curiosidad, historias que le confirman lo que ya sabe: “El mundo es un pueblo”.