Arcila pide la destitución inmediata de Brunetto tras conocerse el suplicatorio para inculpar a Zerolo
Pedro Fernández Arcila, concejal de Sí se puede en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, ha remitido hoy una carta al alcalde, José Manuel Bermúdez, en la que solicita la destitución inmediata del director general de Organización y Régimen Interno de la corporación, Joaquín Castro Brunetto, tras conocerse que el Tribunal Supremo inició ayer el proceso para remitir al Senado un suplicatorio y poder así inculpar al exalcalde chicharrero y senador Miguel Zerolo dentro del denominado caso García Cabrera.
Según Arcila, la implicación de Brunetto en la trama de acciones ilícitas que ha llevado al Supremo a querer juzgar a Zerolo por un presunto delito de prevaricación es clarísima, pues él fue el encargado de elaborar informes con los que justificar pagos a la empresa IMES por las reformas acometidas en el instituto Hermanos García Cabrera, a sabiendas, al igual que el exalcalde, de que eran contrarios a la ley, tal y como una y otra vez se les advirtió desde la Intervención municipal, que en ningún momento aceptó esta práctica presuntamente prevaricadora.
A la vista de la contundencia con la que se expresó ayer el Supremo (“Los informes producidos para generar una artificial discrepancia se producían por quien ostentaba un cargo de confianza en cuanto director general que aceptó su confección y suscripción a pesar de la ilegalidad de la actuación que los reparos de la Intervención debían suspender”, señala el Alto Tribunal), y más allá de las consecuencias legales de las futuras sentencias, Sí se puede afirma que Brunetto no puede continuar en su cargo ni un solo minuto más.
En la carta dirigida a Bermúdez, Arcila señala que su organización considera que su mantenimiento “empaña la imagen que debe guiarnos a todas las fuerzas políticas en el consistorio de ser inflexibles en la lucha contra la corrupción que tanto daño ha hecho a nuestro municipio”.
Intervención, ejemplar
El proceder presuntamente prevaricador de Zerolo radica en el hecho de que el exalcalde hizo pasar por obras de mantenimiento –con la ayuda de Brunetto– lo que en realidad era un trabajo de acondicionamiento y reforma del edificio del García Cabrera para su uso como dependencias municipales. Los informes del área de Intervención del Ayuntamiento siempre fueron negativos a los pagos realizados, en lo que Arcila califica de “actuación ejemplar” de este órgano.
Ante los reparos que efectuaba Intervención por las facturas que iba emitiendo la empresa IMES, Brunetto elaboraba informes para salvarlos con total conciencia de que actuaba contra la ley. Según el auto dictado por el Supremo, las contrataciones eran notoriamente contrarias a las normas básicas relativas al régimen de contratación pública. Los trabajos de acondicionamiento y reforma del García Cabrera para destinarlo a sede municipal se encargaron a IMES sin ningún procedimiento público y simulando que se trataba de simples obras de mantenimiento.