Arcila pide un informe urgente sobre los efectos de la obra portuaria en el barranco de El Bufadero
Pedro Fernández Arcila, concejal de Sí se puede en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, pedirá este mes al Pleno de la corporación que encargue por el trámite de urgencia un informe técnico sobre los riesgos que la obra portuaria en la desembocadura del barranco de El Bufadero puede tener sobre las personas y los bienes del pueblo de María Jiménez.
El documento deberá servir para adoptar las medidas oportunas en relación con esta polémica obra, que fue la causante de las graves inundaciones registradas el 1 de febrero de 2010. Además, resulta muy oportuno elaborarlo en estos momentos, dado que en la actualidad se está debatiendo el Plan Especial del Puerto.
A través de una moción, Arcila recuerda los efectos negativos de la obra realizada por la Autoridad Portuaria en el barranco de El Bufadero. Estos trabajos, no previstos en el anterior Plan Especial del Puerto, se llevaron a cabo sin tener en cuenta los más elementales criterios de precaución en relación con el acarreo de aguas y de otros materiales en las desembocaduras de los cauces, lo que provocó en 2010 unas inundaciones que tuvieron en vilo al pueblo de María Jiménez durante varios días ante el riesgo real para las personas y los bienes.
Se da la circunstancia de que aquellas lluvias no fueron las más intensas registradas en la zona, pese a lo cual la obra realizada por Puertos en la desembocadura ocasionó graves daños que podrían repetirse en el futuro, por lo que Arcila considera urgente encargar el citado informe.
Advertencia del Consejo de Aguas
La naturaleza de este tramo final del cauce y la presencia de esta obra han motivado que el Consejo Insular de Aguas haya incluido a María Jiménez dentro de las denominadas Áreas de Riesgo Potencial Significativo de Inundación en su documento “Evaluación preliminar de riesgos de inundación en la demarcación de Tenerife”, actualmente en información pública. Este documento considera el tramo final de El Bufadero como potencialmente inundable y con alto riesgo de inundación.
La razón del desbordamiento del barranco en 2010 –fenómeno que puede repetirse– fueron las obras portuarias que un año antes había realizado Puertos, que cubrió la desembocadura y, aguas arriba, en distintos puntos del cauce, colocó azudes y rastrillos. En el tramo final del barranco las obras consistieron en la cubrición de la desembocadura creando una nueva superficie portuaria.
Para este proyecto no se tuvo en cuenta la importancia de la función natural de los barrancos, que siempre fue respetada con anterioridad por los gestores del puerto. De hecho, a pesar de las innumerables obras portuarias que se desarrollaron en el entorno de los barrancos de Santos, Tahodio y Valleseco, los técnicos siempre fueron conocedores de que tenían que dejar libre su tramo final para evitar situaciones como las que se produjeron en el pueblo de María Jiménez.