Frías pide al Pleno que explique por qué no se ha cumplido la promesa de reabrir la ludoteca de Añaza

Asunción Frías, concejala de Sí se puede en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, pedirá al grupo de gobierno explicaciones, en el Pleno del próximo lunes, sobre las razones por las que la ludoteca de Añaza continúa cerrada un año y tres meses después, pese a las promesas sobre la recuperación de este servicio por parte del alcalde, José Manuel Bermúdez, y de la concejala de Asuntos Sociales, Alicia Álvarez.

El pasado día 15 de octubre se cumplió un año del último día de funcionamiento de la ludoteca. El día 16 de ese mes de 2012 las trabajadoras se declararon en huelga por impago de la empresa gestora del servicio municipal, Plif-Plaf, que tres semanas después se declaró en quiebra. Entonces Sí se puede planteó presentar la pregunta que ahora expone al Pleno, aunque finalmente no lo hizo confiando en la palabra del grupo de gobierno de que pondría en marcha talleres infantiles en el barrio.

Álvarez se comprometió en diciembre de 2012 con extra­ba­ja­­doras, madres y representantes vecinales de Añaza a reabrir la ludoteca en enero, pero un año después continúa cerrada. Además, en mayo de 2013, tras varias manifestaciones ciudadanas, el alcalde se comprometió con los representantes de la asociación de vecinos Ocho de Marzo a poner en marcha desde julio una serie de talleres infantiles que vendrían a cumplir la función de la ludoteca y cuyo coste asumiría el Distrito Suroeste. Sin embargo, ni se han iniciado esos talleres ni se ha reabierto la ludoteca ni está previsto a corto plazo ubicar en el barrio ninguno de los centros de día municipales para la infancia.

Por ello, Frías también preguntará al Pleno por qué no se celebraron esos talleres y cuándo está previsto iniciarlos. “Nos resulta muy decepcionante la falta de diligencia y de palabra del grupo de gobierno con las familias de Añaza –afirma la concejala en su pregunta por escrito– y es incomprensible que se haya desechado un proyecto tan importante como la ludoteca del barrio, que fue durante muchos años un magnífico instrumento para la prevención e integración social de niñas y niños de familias en situaciones de alta vulnerabilidad social”.

Extrabajadoras

En la actualidad, no solo las familias del barrio siguen sin contar con este recurso, sino que las extrabajadoras continúan a la espera de cobrar varios salarios. Pese a que el Instituto Municipal de Atención Social ya abonó en su momento al administrador concursal de Plif-Plaf toda la deuda pendiente, el proceso de pago a las empleadas no ha culminado. Plif-Plaf, encargada de gestionar la ludoteca, quebró el año pasado y provocó el cierre definitivo del centro en noviembre, tras casi un mes de huelga por parte de las trabajadoras en demanda de sus salarios.

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