La oposición lagunera lamenta el abandono de Bajamar por el Gobierno municipal
Los portavoces de Sí se puede y Por Tenerife (XTF) en el Ayuntamiento de La Laguna, Juan Miguel Mena y Nacho Viciana, presentarán al Pleno la moción impulsada por los vecinos para exigir la urgente reparación y reapertura de la playa y piscinas de Bajamar, como ya hicieron por escrito al alcalde, Fernando Clavijo, tras la reunión celebrada en el centro ciudadano sobre la polémica ordenanza que regula el uso de la costa lagunera, reunión que se convirtió en una larga exposición de problemas sin resolver por parte de los habitantes de este enclave costero, que se sienten maltratados.
Los concejales coinciden con los vecinos en que el tiempo que llevan tiempo cerradas está afectando a la afluencia de visitantes e incluso al comercio de la zona y demandan que se habilite a la mayor brevedad posible y en condiciones de seguridad tanto la playa como los lugares de encuentro con el mar del que tradicionalmente han disfrutado los habitantes y visitantes de Bajamar.
Las piscinas son el referente fundamental de la vida bajamarera, han pasado a ser patrimonio natural del municipio, y de la vida a su alrededor dependen muchísimos negocios. Y más allá del arreglo de la escollera de la playa, que requiere de tiempo y una inversión mayor, es incomprensible que el Gobierno municipal no haya hecho caso de los múltiples requerimientos vecinales y mantenga la zona en estado de abandono.
A las losas desprendidas hay que añadir los olvidos de material municipal que dan un aspecto descuidado a la zona, máxime cuando se han gastado grandes cantidades de dinero en propaganda y publicidad, incluso para vender una Laguna Limpia que al parecer no era tanto.
Mena y Viciana exigen a CC y PSOE que gasten menos en hacerse campañitas en los medios de comunicación y más en atender necesidades vecinales tan básicas como éstas y otras ya denunciadas como la falta de alumbrado y acerado en la carretera que va desde Bajamar a Tejina, la posibilidad de instalar algún paso de peatones en la misma, la inexistencia de taxis, o la necesidad también urgente de colocar una malla de protección en la montaña que hay junto al Nautilus.
Bajamar ha pasado en 30 años de tener 3.000 camas hoteleras a no tener tiene ni una triste pensión, y lejos de impulsar grandes hoteles y campos de golf, los vecinos quieren que se arreglen los desperfectos del día a día y que se ponga en valor el patrimonio natural o gastronómico y el potencial turístico alrededor del mismo que tiene la zona.