La propuesta de Sí se puede sobre la gestión de aguas residuales en Tegueste logra el apoyo del pleno
Sí se puede consiguió este martes el apoyo de la corporación de Tegueste a su propuesta para el esclarecimiento de la actual gestión del sistema de depuración y vertido de aguas residuales urbanas en el municipio.
“Nos parece injustificable que desde la puesta en servicio de la instalación no se cumpla la normativa europea que regula la depuración y vertido de aguas residuales urbanas, pero lo realmente intolerable es que ante esta situación de emergencia, la Comisión de Seguimiento se reúna 5 veces en 15 años. Mientras tanto, los ciudadanos ajenos a esta situación pagan por un servicio que no se realiza correctamente”, asegura el concejal ecosocialista en Tegueste Sergio Fernández.
El pleno del ayuntamiento metropolitano aprobó este martes la moción en la que la organización ecosocialista propone tres actuaciones: la creación de una Comisión Informativa, el aumento de la periodicidad de las reuniones de la Comisión de Seguimiento vigente y “tomar medidas para resarcir a los ciudadanos que han pagado durante 15 años un coste por un servicio de depuración que no se ha realizado”, según se expresa en el texto de la iniciativa de Sí se puede.
El objetivo de la Comisión Informativa que se ha decidido constituir es informar al pleno de la corporación sobre la situación actual en la gestión del convenio de colaboración firmado en 2000 para la depuración y vertido de aguas residuales urbanas.
El citado convenio contemplaba la colaboración del Consejo Insular de Aguas de Tenerife, el Ayuntamiento de La Laguna y el Ayuntamiento de Tacoronte, además del de Tegueste, y partía del hecho de que la normativa europea establecía como el último día del año 2000 como fecha límite para que las aguas residuales urbanas fueran objeto de un tratamiento secundario para los vertidos que procedan de aglomeraciones de más de 15.000 equivalente-habitantes, como es el caso del noreste de Tenerife al que hace referencia dicho convenio.
La moción de Sí se puede tiene en cuenta que el coste de este servicio ha supuesto para el ayuntamiento un desembolso del orden 100.000€ anuales; se trata de un pago que la corporación ha hecho desde la firma del convenio aun cuando el servicio de la gestión de las aguas residuales no se ha realizado correctamente de acuerdo a la normativa vigente.
Las actas de la Comisión de Seguimiento del convenio de colaboración, desde la entrada en funcionamiento de la depuradora de Valle Guerra, señalan el incumplimiento continuado en relación a los vertidos realizados de las aguas residuales urbanas.
Así, en 2002, las actas recogen la existencia de problemas de diseño de la planta que impiden tratar los 2.500m3/día previstos inicialmente y se limita al tratamiento de un volumen máximo de 2.000m3/día. Además, ese año se dejó constancia de que los colectores son insuficientes para asumir la carga de los periodos de lluvia y de la falta de espacio para duplicar capacidad, aunque esta era una de las premisas del convenio.
Los problemas señalados en 2006 apuntaban a que las dimensiones del emisario no eran las necesarias para atender el volumen de carga y se dejaba constancia de la reducción de las aguas tratadas y el anuncio de que el problema iría a peor. En 2011, se dejó constancia de los desbordamientos continuados de los aliviaderos existentes en épocas de lluvia y de la necesidad de la instalación de aliviaderos en Tegueste.
Finalmente, la Comisión de Seguimiento reunida en 2013 puso de manifiesto la capacidad limitada de colectores generales, lo que provoca desbordamientos en épocas de lluvia. Así, se ha visto una evolución según la cual en 2002 se trataba el 80 % de las aguas residuales. La proporción se había reducido al 50 % en 2006 y en 2013, el 47 %, lo que supone una ligera recuperación después del 44 % registrado en 2011.
La iniciativa de Sí se puede se sustenta también en el artículo 45 – Capítulo III de su Título I- de la Constitución Española donde garantiza el derecho que todos los ciudadanos tienen al disfrute de un medio ambiente adecuado y el deber de conservarlo.