Sí se puede elige a sus tres vocales para los tagorores de Santa Cruz.
La asamblea de la organización política ha designado a María José Delgado para el Consejo del Distrito Ofra-Costa Sur, a Roberto Abdullah para el del Suroeste y a Alberto Bolaños para el de Centro-Ifara.
La acción de los tres vocales en defensa de los intereses de los ciudadanos estará coordinada por Juan Daniel Marrero, destacado miembro del movimiento vecinal de El Sobradillo. Marrero ha anunciado que, en consonancia con lo acordado por el Comité Local de Sí se puede, los representantes de la formación destinarán sus dietas a iniciativas comunitarias y sociales que se desarrollen en todo el municipio. Las dietas por asistencia a los tagorores ascienden a 153,41 euros brutos para cada vocal y por sesión.
Experiencia amplia
Para la elección de los vocales y del coordinador, Sí se puede ha tenido en cuenta su experiencia en el ámbito de la participación ciudadana y el desarrollo comunitario. María José Delgado ha trabajado en iniciativas vecinales en Ofra y en Añaza y actualmente participa como voluntaria en un proyecto parroquial de alfabetización informática para mujeres.
Roberto Abdullah es presidente de la asociación de vecinos de El Tablero y ha destacado por su defensa a ultranza del suelo rústico y de la identidad de este pueblo frente a los intereses urbanísticos. Además, es uno de los promotores del Festival Rural de Creación Las Eras de El Tablero, que recientemente celebró su segunda edición con una considerabla acogida del público.
Alberto Bolaños, con una dilatada experiencia en el ámbito vecinal y político, es presidente de la asociación de vecinos de Cueva Roja y trabaja como voluntario en proyectos de prevención de las drogodependencias. Juan Daniel Marrero es expresidente y vocal de la asociación de vecinos Siete Islas, de El Sobradillo. En ese barrio ha participado activamente, junto con sus vecinos, en la Plataforma de Afectados por las Antenas de Telefonía Móvil, colectivo que meses atrás presentó al Ayuntamiento una propuesta de ordenanza para eliminar estos elementos de los núcleos urbanos.
Tras su designación, los vocales y el coordinador han señalado la necesidad de que los consejos de distrito, concebidos por la Ley de Grandes Ciudades como órganos de participación ciudadana, cumplan de manera efectiva ese cometido y no sean, como ocurre en la actualidad, una mera reproducción del pleno municipal. Marrero afirma que “las demandas ciudadanas que recogen los tagorores están cayendo en saco roto” y apuesta por buscar fórmulas que doten a los consejos de herramientas para resolver los problemas de Santa Cruz y para controlar la acción de gobierno del Ayuntamiento. En este sentido, Sí se puede recuerda que la legislación no establece límites de representación en los consejos de distrito en función de la composición política del pleno, como ocurre actualmente en Santa Cruz. Por el contrario, los tagorores pueden y deben estar abiertos a la participación de los colectivos vecinales y sociales de cada zona del municipio.
Fuente: Diario de Avisos.