Sí se puede reclama acciones concretas para regenerar la playa de San Marcos
El portavoz del comité local de Sí se puede en Icod, Jonás Pérez, asegura que cada año que pasa hay que hacer un nuevo escalón para acceder a la negra arena de la playa de San Marco debido a la pérdida de arena desde la “nefasta reforma del litoral realizada a principios de los años 80”.
Opiniones de icodenses escuchadas por Sí se puede-Icod afirman que la causa del cambio en las corrientes de arena se debe gran parte al refugio pesquero, muelle viejo y resto de escollera al final del paseo marítimo.
Desde Sí se puede-Icod creen que demoler el actual refugio pesquero y ejecutarlo en playa Monís, accediendo a través de un túnel “sería un complejísima y costosa obra, que difícilmente conseguiría fondos económicos en la crisis actual”. A pesar de eso el portavoz cree que si es la única solución a largo plazo, habría que plantearse eliminar el actual refugio pesquero y que los pocos pescadores existentes en la zona “pongan los barcos en el muelle de Garachico o en la arena como antaño”.
Según la formación ecosocialista la propuesta más económica y con menos plazo temporal sería eliminar el trozo del muelle viejo, resto de prismas del dique al final del paseo y proponer regeneraciones artificiales periódicas de la arena de la playa; la cual se acumula en el centro de la bahía, apenas a 50 metros de la orilla. Pérez se pregunta el motivo por el que no se pueden regenerar las playas como en otros puntos del Estado.
La propuesta definitiva y a medio plazo: debe ser realizada en ensayos a escala, por lo que llevará al menos dos o cuatro años. En esta propuesta se debe buscar una dinámica del litoral, donde se regenere la arena de forma natural. Explican que el proyecto planteado por costas en el pasado año 2007, consistía en realizar una “playa-charco” con una escollera sobresaliente como Las Teresitas, con solo dos huecos de acceso para agua y barcos, algo que consideramos una propuesta con un impacto ambiental paisajístico significativo.
Pérez cree que la playa necesita una reforma integral, ya que tiene tanto potencial que podría ser la “playa más segura y mejor del Norte de Tenerife”. Para ello habría que recuperar la bandera azul, lo que implica al menos mantener un vigilante y puesto de socorro todo el año, además de aseos reformados y adaptados. Recuerda que también está pendiente reformar el paseo marítimo, actualmente cortado por desprendimientos, instalar mobiliario urbano actual y ampliar su ancho, creando un paseo peatonal en primera línea de costa. La guinda del pastel sería que se pudiera ejecutar un arrecife artificial que creara una ola para la práctica del surf y al mismo tiempo, conservara la arena cerca de la orilla. También habría espacio para un “pecio” y que generaría actividad económica deportiva como es el buceo…
Finalizan asegurando que la playa lleva 30 años “con la corriente equivocada”, esto se debe a que hay que poner de acuerdo y coordinar a varias administraciones públicas: Ayuntamiento, Gobierno de Canarias y Estado. Hay que consensuar la solución definitiva con participación ciudadana (en especial de pescadores) y estudios técnicos, por encima de los diferentes colores políticos y no esperar otros “30 años de desidia y abandono”.