Sí se puede recuerda al Ayuntamiento de Santa Cruz que los huertos urbanos deben ser de uso prioritario para personas desempleadas o en riesgo de exclusión

 

 

La concejala de Sí se puede en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Asunción Frías, recuerda al equipo de gobierno municipal que los huertos urbanos ecológicos que se creen en la capital tinerfeña deben dar prioridad a las personas desempleadas y en situación de vulnerabilidad o exclusión social, tal como acordó el pleno de la corporación a iniciativa de Sí se puede, que presentó en enero pasado una moción para la promoción de esta iniciativa.

La prioridad social debe tenerse en cuenta “para que se cumpla la moción, tal cual fue aprobada”, señala Frías, algo que no está claro en la experiencia piloto que el equipo de gobierno tiene previsto poner en marcha en El Sobradillo, donde la concejala de Medio Ambiente, Yuri Mas, ha indicado que estos huertos urbanos serán adjudicados a personas de más de 60 años, sin más condiciones para los usuarios potenciales.

Por otra parte, la puesta en marcha de este ensayo en El Sobradillo “no puede ser una excusa para no estar elaborando ya el catálogo de terrenos aptos para ubicar huertos urbanos en todo el municipio”, indica Asunción Frías, ya que la moción que Sí se puede presentó al pleno y obtuvo en enero su aprobación unánime establece que a lo largo de este año se elaborarán tanto el citado catálogo como un reglamento de uso.

Respecto a la intención del equipo de gobierno de que los tagorores participen en la elaboración del catálogo, Frías recuerda que esta participación no es óbice para el cumplimiento de los plazos acordados y que, además, “se debe contar con otros agentes sociales, como las instituciones y asociaciones que gestionan centros culturales, sociales y sociosanitarios, dado que la moción aprobada contemplaba la creación de huertos urbanos en los terrenos anexos a dichos centros”.

La importancia del cumplimiento de los plazos está relacionada también con otro de los puntos contemplados en la moción, relativo a la colaboración del ayuntamiento mediante la cesión de semillas, cursos de formación, apoyo técnico para la aplicación de técnicas de agricultura ecológica, cuyo gasto mínimo debe ser contemplado en el presupuesto municipal de 2013.

Sí se puede ha insistido a lo largo del año con varias preguntas ante las distintas instancias municipales para conocer la evolución de las tareas asociadas a la puesta en marcha de los acuerdos contemplados en la moción aprobada en enero de 2012, no solo con el fin de velar por el cumplimiento de un acuerdo plenario gestado por su iniciativa, sino también por el interés que tiene en el desarrollo de un proyecto que en otras ciudades ha demostrado conllevar “múltiples beneficios sociales”, subrayó la concejala.

La organización ecosocialista recuerda que la opción de producir alimentos y de recuperar la actividad agraria en el entorno de las ciudades puede que sea hoy más importante que nunca, no en vano, son numerosas las voces que anuncian que la sostenibilidad de la agricultura urbana está relacionada estrechamente con su contribución al desarrollo de una ciudad sostenible: una ciudad acogedora, productiva, con seguridad alimentaria y con un medio ambiente saludable.

La experiencia de ciudades como Nueva York (con mil huertos comunitarios) y Berlín (con 80.000) demuestra estos efectos sociales, ambientales y en términos de salud sobre los vecinos que participan en las actividades agrícolas en la ciudad, tanto es así que algunas ciudades con problemas de ocupación del suelo están promoviendo las huertas en azoteas.

Para Canarias, esta iniciativa es acorde a su comportamiento pionero en casos similares, como la promoción y desarrollo de la Agricultura Ecológica (AE) (1981), creación de huertos escolares (1992), divulgación de huertos familiares y urbanos (1996), implementación de talleres de conservas, pan, jabón potásico (con aceites reciclados) y preparados medicinales de la huerta en AE. Además, Sí se puede considera que iniciativas vinculadas a la producción de alimentos de calidad y a la sensibilización y prevención suponen una aportación benefactora, dado el bajo índice de consumo de productos de huerta y frutales en las Islas.

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