Sí se puede asegura que Clavijo quiere utilizar su propuesta para acabar con las zonas reservadas para las autoridades en su campaña
El portavoz del Comité Local de Sí se puede en La Laguna, Rubens Ascanio, ha criticado este jueves la forma en la que Fernando Clavijo utiliza la eliminación de los espacios reservados para las autoridades en las fiestas municipales, una iniciativa presentada por la formación ecosocialista en el Pleno de julio de 2012.
“Nos parece una excelente noticia que se acabe con las zonas reservadas para los cargos institucionales en los principales eventos que celebra el municipio, pero resulta bastante insultante que lo use políticamente el que lo defendía en los plenos frente a propuestas de nuestra organización para su eliminación”, asegura el portavoz.
Desde Sí se puede aclaran que en julio de 2012 presentaron una solicitud por escrito en la que expresaban su rechazo a la utilización política de las fiestas municipales con el establecimiento de las zonas “vip” para políticos o los pregones protagonizados por cargos públicos. “En esa ocasión pedíamos un acuerdo institucional que acabara con este tipo de prácticas, igual que con la entrega de entradas gratuitas y otros privilegios profundamente alejados del sentir de la ciudadanía”, manifiestan.
La organización lagunera indica que en este mandato han estado vigilantes ante el cumplimiento de esta solicitud y la han trasladado en varias ocasiones al Pleno, así como a otras instituciones, considerando que la finalización de esta práctica trasnochada es en buena parte “un éxito del conjunto de la ciudadanía del municipio. Igualmente esperan que la misma sea el inicio de un debate profundo sobre el papel de los cargos públicos en los diferentes eventos que se celebran en el municipio”, señalando también que “abogamos por una profunda separación de los intereses políticos de las fiestas populares, igualmente defendemos un modelo profundamente laico, coherente con nuestra sociedad”.
Ascanio asegura que es necesario un debate amplio que permita avanzar hacia nuevas formas de relación entre las personas elegidas por la ciudadanía y los actos públicos que se celebran en el municipio. A este respecto considera que las mismas no deberían participar como autoridades en eventos de claro carácter religioso, “estando presentes en todo caso como creyentes entre el público, ya que, a pesar de su carácter tradicional, es una forma de vincular unos cargos elegidos por una ciudadanía que cada día es más plural con una determinada religión o creencias”.