Sí se puede en Arona reclama que no se cierre el mercadillo de Guaza

 

El Comité Local de Sí se puede en Arona, a través de su portavoz Davinia Rodríguez, ha manifestado su rechazo al cierre del popular rastro de Guaza, como impulsor de una importante actividad social, de relación vecinal e incluso de ocio para muchas personas. La portavoz indica que esta actividad, además de favorecer al pequeño comercio local, en especial la hostelería, por la gran afluencia de gente en domingo, no supone una competencia para las tiendas de la zona en su día de descanso, en la parte este de Arona.

Defienden la creación de iniciativas similares en el resto del municipio, pero “bajo otras fórmulas más transparentes y sociales”. Davinia Rodríguez tiene como modelo la economía social mediante una formula mixta trueque-dinero y los bancos de tiempo, “que deberían combinarse para darle otra opción de vida alternativa a estos lugares de intercambio”. No olvidemos que aquí los afectados son centenares de familias, muchas de este municipio, que solo tienen este tipo de ingresos.

Rodríguez preguntará al concejal del Área de Urbanismo, Carmelo García, a través del registro de entrada, bajo qué fórmula legal estaba su Concejalía permitiendo el uso para este fin de unos solares que ahora mismo se encuentran en un auténtico lío urbanístico, que empresa gestiona el mercadillo y que relación contractual tiene con el Ayuntamiento de Arona.

Creemos que el edil de CC y su equipo urbanístico tienen la responsabilidad de solucionar este nuevo problema y contribuir a aplicar, junto con el área de Promoción Económica, actividades que se sumen y complementen al comercio convencional. Más allá de los procesos mercantiles existen vías para mejorar la subsistencia económica de muchas familias, que de otra manera se ven abocadas a la marginación social, aplicando fórmulas económicas más solidarias, como son la creación de rastros en diferentes lugares o mercadillos de alimentos vendidos por productores locales.

La portavoz de Sí se puede asegura que con esta actividad se está hablando de mucho dinero, ya que contando los puestos calculan una recaudación de cerca de 3.000 euros cada domingo, unos 150.000 al año. Desde la formación de izquierdas piensan que “es necesario saber como refleja la empresa que gestiona el mercadillo este dinero en su contabilidad, en especial si el rastro no contaba con ningún tipo de permiso”, asimismo añaden que, “no estaría mal que los vendedores aportaran los recibos de los 5 euros que pagaban, ya que parece que como en otros casos unos pocos se lo han llevado a costa de muchos”.

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